30.10.09

RETORNO AL PASADO


En la foto de hoy, los Pepper Pots rodean a su productor Binky Griptite, que también ha producido a Amy Winehouse y a Sharon Jones, entre otras luminarias. El álbum de los Pepper Pots, “Now”, es un retorno al pasado en toda regla. Al pasado de mediados del siglo XX.

Con la intención de transmitir en la fotografía toda esa imaginería antigua, utilicé herramientas de la época, una cámara de los años 50 (Minolta Autocord) y una película histórica, la Kodak Tri-X. También ayudó un escenario como la Sala Apolo, un local con solera y, si me apuran, la sala de conciertos por excelencia en Barcelona.

Volvamos al pasado. La convulsa escena política de estos últimos días también me hace mirar atrás:

Ein Volk, ein Reich, ein Führer

¿Les suena de algo? La traducción sería algo así como “¡Un pueblo, un imperio, un líder!” y era el mantra utilizado por los nazis para la glorificación de su estado totalitario y seguidista hacia ese líder acomplejado que quería creerse un semidiós.

Un partido, no varios; un proyecto, no varios, y, a poder ser, un líder y no varios”.

La inspiración está clara, ¿verdad? La frase anterior es uno de los titulares de la jornada y la dictó (nunca mejor dicho) ayer en una conferencia en Barcelona un tal José María Aznar López. Hay casualidad que no son creíbles, son claramente intencionales. Parece que, aparte del bigote, existen más coincidencias entra ambos personajes.

El olor a retorno se hace cada vez más intenso.

A pesar de todo, buen fin de semana.

29.10.09

AGONÍAS DEL FOTOLOG


¿El fotolog agoniza, está pasado de moda, obsoleto? ¿Debemos todos dirigirnos hacia el facebook, el nuevo punto de reunión entre los jóvenes y peterpanes? En esto de las redes sociales hay mucho de bluff, de tendencia gratuita y repetición de comportamientos porque toca.

Cuando conocí el fotolog hace un par de años, me pareció un buen lugar para compartir textos e imágenes. Es sencillo, cutre incluso. Esa simplicidad es uno de sus principales atractivos. Pero, tras el cambio de dirección en la empresa, esos gurús del marketing que creen saberlo todo y no han entendido ni quiénes son decidieron que era hora de vendernos regalos virtuales con los que obsequiar a nuestras amistades. Podías regalar una rosa o un dibujito a esa persona especial, a cambio de un módico precio. El coste no era virtual, claro. Cómo me gustaría saber qué beneficios económicos ha reportado iniciativa tan estúpida a las arcas de los señores fotolog. Y si ya han decidido colgar al genio del márketing que tuvo tan brillante idea. Pero con iniciativas tan iluminadas como la presente, no es extraño que algunos de los clientes habituales de fotolog decidieran darse de baja.

Si a esto añadimos a esa plaga de subnormales hiperhormonados que copian y pegan lindezas como “me efeas y tagrego” de forma indiscriminada en una estúpida carrera de cobayas por ver quién tiene más “amigos”, ocurre que este espacio no crece tan sano como en sus inicios. Les recomiendo que hagan como yo. Cuando reciban algún comentario de ese jaez producto de algún subhomínido, no se limiten a eliminarlo, bloqueen la cuenta agresora. Al enemigo, ni agua.

¿Agoniza fotolog? Como todo, depende de nosotros. Si seguimos participando, aportando ideas, conociéndonos, fotolog continuará siendo ese medio simplón pero efectivo de conocer a gente interesante.

En la foto, mis camaradas músicos en plena faena, ayer por la noche.

Les dejo una canción de Gravenhurst. Mis camaradas músicos saben por qué. Para el resto, porque es muy buena. Con eso debería bastar.



Buenos días.

28.10.09

A LA MANERA DE WEEGEE


Dicen que la corrupción nos asola. Pienso que, por el contrario, lo que pasa es que ahora se conoce. Si miramos los protagonistas de los casos que se están haciendo públicos (Prenafeta, Muñoz, Millet) ninguno de ellos es un recién llegado a la res pública o aledaños. Y los casos que han explotado en sus morros no son actuales, precisamente. Tampoco nadie se sorprende de la catadura moral de los presuntos. Más bien, del tiempo que han estado campando por los fueros de la impunidad.

Sí, de acuerdo que duele ver cómo la gente a tu alrededor hace malabares para llegar a fin de mes mientras otros espabilados, por razón de cuna o contactos, administran cuentas opacas en paraísos fiscales. De acuerdo en que desmotiva al más pintado. Pero de la negatividad difícilmente sale algo bueno. En todo caso, la pérdida de la inocencia, que más que bueno es necesario.

Mirémonos en el espejo y preguntémonos qué haríamos si estuviéramos en esa situación de aparente impunidad de la que disfrutaban los interfectos. Uno de mis juegos preferidos al conocer a alguien es pensar cómo actuaría si viviese en la Europa de la segunda guerra mundial y le hubiesen encomendado la dirección de un campo de concentración nazi. Con la posesión del poder absoluto y de la capacidad de dictar sentencia sobre la vida y muerte de tantas personas, ¿cómo se comportaría?

Lo inmundo hay que mostrarlo, porque existe. Mientras exista. A la manera de Weegee.

La foto, un autorretrato apresurado, con sombrero y cazadora vintage. Recuerdos de unos tiempos quizás más corteses. O puede que sea la distancia la que los engrandece.

Buenos días.

27.10.09

LA MANO DE UN PRESUNTO DIOS


La imagen de hoy muestra la mano de un presunto dios. Ya saben que hay deidades que prohíben a los mortales que reproduzcan su imagen. Y pasa todavía. Las cosas no han cambiado tanto desde tiempos remotos.

Lo de presunto tiene su gracia. Esta mañana me he levantado con el runrún de las noticias de la radio. Mientras el café me arrancaba las legañas de las neuronas, mi atención se ha despertado con una noticia. La locutora ha explicado que la policía francesa requirió la documentación a un conductor cuyo vehículo se había averiado y que, entonces, el individuo se identificó como presunto terrorista.

Mientras sorbía el café, me imaginé la escena, tal y como la había explicado la periodista:

Bonjour. Identification, sil vous plait?
Bonjour agent. Je suis un presunto terrorista. Quiero decir que no me tome por terrorista aunque se lo diga hasta que usted no lo pueda demostrar. Es más, yo no digo que sea terrorista, sólo afirmo que hay la posibilidad de que lo sea, que lo sepa ¿eh?

Y luego nos sorprende que el periodismo esté en crisis.

Buenos días.

26.10.09

TRES MINUTOS DE NICK CAVE


Reencuentro con el gran Nick Cave que, en esta ocasión, venía a presentar novela. No me extenderé mucho porque sólo pude ver los tres minutos iniciales del espectáculo. Cosas de la vida fotográfica, como los contratos con cláusulas draconianas, tener que disparar como paparazzis desde detrás de la última fila de platea, etc.

Los aguerridos que estaban dispuestos a pagar unos 70 euros por la entrada les podrán contar en más detalle cómo evolucionó la velada. A las puertas, estos dos fans del músico, cantante y novelista esperaban que alguien fuera lo suficientemente dadivoso como para regarlarles una entrara y así acceder al interior by the face. Por lo menos se trabajaron el cartel. Me imagino qué cara se les quedaría si supieran que dos jovencitos que se autodenominaron periodistas australianos pudieron entrar en el recinto sin más aval que su palabra. El patriotismo es lo que tiene.

Buen lunes.

23.10.09

REALIDAD Y ARTIFICIO


Algo hay en nuestra naturaleza que nos impele hacia el artificio. Incluso la cultura, que nos hace humanos, puede interpretarse como una reelaboración de nuestro entorno y de nosotros mismos, el intento de plegar la realidad a nuestros deseos.

El vestido fue, en un primer momento, la aplicación de nuestra capacidad de usar herramientas para elaborar materiales con los que guarecernos, pero pronto pasó de ser una mera capa protectora para convertirse en un lenguaje, una forma de comunicarnos con nuestros semejantes, de modificarnos incluso.

Los zapatos de tacón y el fetichismo.

El tacón no sólo eleva a la mujer y marca sus pasos con una nueva sonoridad. También modifica su centro de gravedad y su forma de caminar. Y, como consecuencia de esos cambios, altera la percepción que tiene de ella misma. Varias chicas me han comentado que, con unos buenos zapatos de tacón, se sienten capaces de comerse el mundo. ¡Hasta qué punto la apariencia influye en nuestro estado de ánimo!

Los zapatos de la foto son conocidos como peeping toe shoes porque dejan a la vista los dedos de los pies. Peeping, del verbo to peep, mirar, pero de soslayo, espiar. Un peeping tom es un mirón (¡Qué gran película de Michael Powell, por cierto!), un voyeur. El nombre ya define para qué fueron creados estos zapatos: Para ser mirados.

Buen fin de semana.

22.10.09

VERGÜENZA Y OPROBIO



Hace tiempo fui el moderador de una mesa redonda sobre fotografía de conciertos. Y lamenté mucho desempeñar ese papel porque, en aras de la ecuanimidad, me impedía expresar mis opiniones, extrapolables al mundo de la fotografía en general.

Lo que callé, pensaba y pienso cada vez con más fuerza es que la decadencia de la fotografía no está causada, como se afirma normalmente, por la eclosión de la fotografía digital. En absoluto. La fotografía digital es un proceso, como la analógica, y tiene sus ventajas, la inmediatez entre ellas. Es sólo un modo diferente de captar la imagen. Nada más. Pero tras la cámara, sea digital o analógica, sigue encontrándose el ojo del fotógrafo. O debería, porque, tal y como apuntaba el director del salón Visa pour l’Image, Jean Leroy, “cada vez hay más personas que toman fotografías y menos fotógrafos”. Pero la popularización, la democratización, no es el problema. Además, esa nueva democratización de la fotografía digital es un mito. La fotografía ya era democrática desde la aparición de la Instamatic, por lo menos.

¿Cuál es entonces el pecado de la fotografía actual para que las condiciones de trabajo de los fotógrafos —y su consideración social— estén en su peor momento desde la aparición de este arte?

En pocas palabras, la falta de exigencia en la selección por parte de los medios de comunicación.

¡Cuántos medios no disponen de editores gráficos suficientemente preparados —si es que esa figura existe en su organigrama—! Si la persona encargada de realizar la criba entre lo aceptable y lo inaceptable, en cuanto a calidad del trabajo, no existe o no tiene la capacitación profesional suficiente, ¿cómo se le va a dar valor al trabajo del fotógrafo si no puede discriminar, si todo vale? Además, en algunos medios, para ahorrar costes, el editor gráfico es, a su vez, fotógrafo. ¿Va a mirar con malos ojos su propio trabajo? La ingenuidad ya pasó hace mucho tiempo.

Una prueba palpable, palmaria y sangrante.

Ayer, el diario La Gaceta, antes el económico Gaceta de los Negocios, presentaba su nueva etapa como diario generalista. Cuando se presenta un nuevo medio, como indican todos los manuales de periodismo, es de recibo publicar un scoop, una exclusiva que llame la atención, para diferenciarse de la competencia ya asentada. Se tienen que realizar con el mayor mimo para demostrar de lo que se es capaz.

Entre otros temas “exclusivos”, la Gaceta (como corresponde por proximidad ideológica) entrevistaba ayer al líder de la oposición, Mariano Rajoy. Adjunto la página de apertura de la entrevista escaneada en este enlace, que incluye una fotografía firmada por Eduardo Méndez.

¿Se han fijado en la nariz? Aquí tienen el link a la foto, para que la puedan observar con mayor detalle.

No, no es una tirita, es un rayo de luz que incide en la pituitaria del líder derechista y que ha quemado los correspondientes píxeles del sensor de la cámara. Un error de principiante, vamos. Todos podemos equivocarnos, pero hay varias preguntas que cobran cuerpo:

¿No se ha dado cuenta el fotógrafo mientras tomaba la imagen?

Evidentemente, no.

¿No se ha dado cuenta cuando ha descargado la imagen?

Puede ser que no, o que no tenga ninguna imagen “mejor” para substituirla. En cualquiera de los dos casos, queda en entredicho su profesionalidad, entendida como capacitación técnica para realizar ese trabajo.

¿Cómo es que esa imagen ha pasado la criba del editor gráfico o figura similar dentro del medio?

Y aquí está la sorpresa. O no. ¿Quién es el redactor jefe de fotografía de la Gaceta? Un tal Eduardo Méndez.

Lo dicho. Vergüenza y oprobio.

La imagen de cabecera de mi entrada de hoy es la portada de una revista de música con uno de sus protagonistas quemado por el cigarrillo de alguien a quien no le deben de caer muy en gracia los Green Day, cosa lógica, por otro lado. Parece ser que su cantante no es el único con las cuencas de los ojos vacías.

Buenos días.

21.10.09

AUTOAYUDA


Los libros de autoayuda sólo mejoran la situación de quien los escribe. Esa plaga de fórmulas mágicas que nos permitirán borrar de un plumazo nuestras carencias me ofrece la misma credibilidad que los anuncios chuscos de cremas adelgazantes. La verdadera solución en ambos casos es la misma: hacer algo uno mismo.

Y no es sólo un prejuicio. Las falsas bondades de los métodos institucionalizados de mejora se me evidenciaron clamorosamente en mis ya lejanos tiempos de estudiante. En una escuela de negocios —otro día vomitaré sobre esos sacacuartos con aparente pátina de profesionalidad— tuvimos un profesor que nos explicó el análisis transaccional. Si consultan la wikipedia, verá que lo definen como un sistema de psicoterapia que se centra en las interacciones entre las personas. Como buena teoría de origen americano es rápidamente aplicable, sencilla, aparentemente eficaz y, sobre todo, fácilmente comercializable. Su intención es facilitar el cambio de nuestra personalidad para que dejemos de utilizar roles o comportamientos limitadores y podamos crecer en las relaciones con nuestros semejantes.

Bien, nuestro profesor nos explicó los diferentes roles (padre, adulto y niño), cómo se identificaban y qué teníamos que hacer para mejorar. En un entorno conocido, la clase, nuestro profesor mostraba una pasmosa seguridad en sí mismo que nos hacía pensar que quizás el método funcionase. Pero, ¡ay!, llegó el fin de curso y tocó celebrarlo con una de esas cenas integradoras entre alumnado y profesorado. En ese nuevo entorno, no tan predecible, nuestro mentor pareció desaparecer engullido por la situación. Lo observaba con los ojos adormecidos por el alcohol y pensaba para mi, entre sardónico y triste, y ahora, ¿de qué te sirve todo lo que nos has enseñado si no eres capaz de aplicarlo?”. Y lo que es peor, ¿de qué nos sirve a nosotros?

Ese día comprendí que es uno mismo quien debe configurarse como motor de su cambio. Que delegar en otros esa responsabilidad es otro de los ejemplos de cómo pretendemos renunciar a nuestros deberes para así poder culpar a terceros. A veces consigo cumplir la máxima, otras veces no. Me acerco a la cuarentena, veo que la vida pasa y que no hay vuelta atrás. Que lo que uno no haga no puede esperar que lo hagan por él. Por eso, cuando alguien de mi entorno toma una decisión que cambia su vida no puedo evitar sonreír y decir “adelante”.

Buenos días, aunque llueva. Como pueden comprobar en la imagen, los días nublados son enormemente fotogénicos.

20.10.09

SOSPECHOSOS HABITUALES: BAJO EL INFLUJO


En la mayoría de seres humanos se da una suerte de compensación. O se es guapo y tonto o listo y feo. Incluso diría que el nivel de inteligencia es la consecuencia de un proceso adaptativo: Los guapos no necesitan ser listos. Los feos, sí. Claro que este axioma no es infalible. También existen tontos y feos. Y guapos y listos. O, mejor, guapos y bellos, aunque no abunden. Un ejemplo de éstos últimos es Albert. Insoportablemente guapo y bello. Creativo, multidisciplinar —fotógrafo, ilustrador, pintor, modelo… —. Un hombre del Renacimiento. Sería insoportable y odioso si no fuera tan bello (y me refiero al interior).

Le acompañé en una sesión de fotos y, desde el coche, mientras se suponía que estaba retocando imágenes en el portátil, no me pude sustraer a su influjo y disparé a la manera de un voyeur. Sabía que su presencia haría bellas mis fotos. Otra cosa es si éstas le hacen justicia. Viéndolas, recordé la fascinación del fotógrafo William Claxton al descubrir a Chet Baker, tal y como la explica en el documental “Let get’s lost”, del que les hablé hace unos días. Y es que la extrema fotogenia troca cualquier prevención en admiración.



Buenos días.

19.10.09

LA PREGUNTA


—Si él mató a Freddie, ¿imaginas cómo sería despertar cada mañana? ¿Cómo podrías levantarte, actuar normalmente, beberte el café… ?
—Hagas lo que hagas, por terrible y perjudicial que sea, todo tiene sentido en tu cabeza. No hay nadie que se considere malo.
—¡Pero sigues atormentado, has matado a alguien!
—¿Tú no coges el pasado, lo metes en el sótano, y cierras la puerta? Eso es lo que yo hago.
—¡Dios, sí! Pero en mi caso necesitaría todo un edificio.
—Luego conoces a alguien especial y lo único que quieres es darle la llave y decirle “abre y entra”. Pero no puedes, porque está muy oscuro, y hay demonios. Y si alguien viera lo feo que es… Yo sigo deseando hacer eso. Dejar la puerta abierta. Dejar que entre la luz, limpiarlo todo. ¡Si pudiera coger una goma gigante y borrarlo todo, empezando por mí mismo… !


El diálogo entre Peter Smith-Kingsley y su amado Tom Ripley forma parte de la película “El talento de Ripley”, de Anthony Minghella, basado en la primera novela que Patricia Highsmith dedicó a Ripley, el asesino y gangster con graves problemas de aceptación de su propia personalidad. El guión, también del propio Minghella, hace lo correcto al enfrentarse a la adaptación de una novela. Cambia todos los detalles necesarios para dotar a la película de mayor sentido, pero respeta el espíritu original. De hecho, el diálogo que transcribo entre Ripley y su amante (un personaje totalmente inventado por Minghella, pero que le sirve para evidenciar la homosexualidad latente del protagonista) es una creación para la película que no aparece en la narración original. Pero el diálogo también ofrece una relevante información sobre la personalidad de Ripley, escindida, con una gran falta de autoestima y débil de carácter, limitaciones que intenta vencer con la suplantación. Porque Ripley es el gran vampiro. Se nutre del carisma de aquellos a los que admira, los imposta y acaba sustituyéndolos.

Ripley es apasionante porque nos muestra ese sótano sórdido que todos tenemos más o menos colmado. Su total amoralidad y la brillantez con la que soluciona las situaciones comprometidas en las que tiene que actuar de forma inmediata —esa capacidad es su talento real— nos fascina por su huída hacia delante, por la creación de su personaje, una coraza ante el mundo, aunque por dentro este vacío.

Ripley nos pregunta quiénes somos realmente.

Buenos días.

16.10.09

SIGAN LAS FLECHAS


Algunas noticias extraídas al vuelo de la prensa de hoy:

Un joven se suicida por un amor no correspondido. Graba en vídeo todo el proceso hasta que decide descerrajarse un tiro en la sien. Una vez muerto, su amor no correspondido recopila todo el material, lo edita y lo lanza al mercado como película. Lo define como “un acto de expiación”.

Abre una nueva tienda en Barcelona. Su singularidad consiste en que no pagas por los productos, sino que ingresas una cuota por anticipado que te permite llevarte un número determinado de productos. Es decir, pagas por la posibilidad de llevarte objetos que no sabes si te servirán para algo. Pagas por la posibilidad de consumir.

Esto es lo que hay. La decadencia romana a nuestro lado era cosa de niños. Sean felices.

Buen fin de semana.

15.10.09

CHET O LA FASCINACIÓN


El fin de semana pasado comenzó con una visita a los Verdi Park para encontrarme con Chet Baker. O con lo que quedaba de él poco antes de morir tras caer/precipitarse/ser lanzado por una ventana de hotel.

Chet Baker o la fascinación. En sus inicios, dandy con cara de niño. Drogadicto irredento durante toda su vida. Envejecido prematuro de cara rastrillada, desdentado y cerca de la incoherencia en su expresión pero, aun así, atractivo, fascinante. El documental de Bruce Weber, Let’s get lost, es la crónica, en un contrastado blanco y negro, de esa fascinación irresistible que provocaba Chet en la gente que le rodeaba y a la que también sucumbe el director. Muestra, a su vez, a las mujeres que compartieron su vida con él y que coincidían en su apreciación de Baker como gran manipulador. Y desnuda los intereses por los que se acercaron al mito. He aquí el problema que se da tan a menudo: difuminar las fronteras entre mito y persona. O, mejor, vender el alma al mito para descubrir que despiertas con la persona.

—¿Cuál fue su día más feliz?
—Quizás cuando me compré mi Alfa Romeo SS. Fue un bonito día, me divertí mucho.

Weber, embelesado por Baker, lo muestra como un niño grande, incapaz de medir las consecuencias de sus actos.

Un bellísimo documental, fruto de su fascinación:

—“No sé qué es la belleza, sé qué es el respeto”.

Buenos días.

14.10.09

DILUCIÓN


Los humanos somos animales sociales. Ese deseo de comunicación, de encuentro, de cooperación, tiene su lado negativo. Con la intención de formar parte de un grupo abandonamos nuestra individualidad, nos entregamos a las consignas del grupo sin tan siquiera ponerlas en cuestión. El fascismo, aunque odioso, es tremendamente humano; el espejo que nos devuelve nuestro peor reflejo. Queremos diluirnos en la masa. La culpa, la responsabilidad individual, también se diluyen, liberándonos de cualquier tipo de traba moral. Hacemos las cosas porque el grupo las hace, como el grupo las hace, somos parte de él, somos los buenos.

Los gestos, los símbolos, son los que nos identifican como un miembro de esa comunidad en la que queremos ser aceptados. Los símbolos son excluyentes, contrarios. Nadie levanta el puño en una reunión en la que los asistentes alzan los brazos con las palmas apuntando hacia el suelo. Hay una corriente subterránea que une el brazo en alto con los trajes, las corbatas, los bolsos de Vuitton y los Audi. Todos estos símbolos nos identifican como parte del grupo, sea éste el fascismo, el colectivo de trabajadores de oficinas, los pijos o las clases medias que quieren aparentar ser algo más de lo que han conseguido ser. Buscamos tarjetas de presentación, objetos de representación, que nos posicionen e integren.

Se habla de que estamos en la sociedad de los contrastes, de diferentes sensibilidades que se mueven al unísono. Pues qué quieren que les diga. Yo cada vez la veo más uniforme.

Buenos días.

13.10.09

MERCACHIFLES DEL ODIO


Y allí estaban. Quizás eran 200 ó 300. Familias enteras, con niños de corta edad o recién nacidos, abuelos afables y jóvenes, muchos jóvenes.

Allí estaban. Envueltos en sus banderas, sus cánticos, sus publicaciones, su orgullo, su pasado. Alejados de la ciudad, rodeados de policias. Saludos fascistas, banderas preconstitucionales, tatuajes y camisetas inequívocos.

Eran pocos, sí. Pero esperaba encontrarme ancianos que anhelaban la gloria pasada, días en que se creían dueños de la voluntad popular y sojuzgaban a los enemigos de su concepción de patria. Por el contrario, la mayoría eran jóvenes que no han vivido la dictadura, anhelantes de un futuro en el que sueñan que puedan tener cabida. Desharrapados. Deglutidos por el sistema. Carne de cañón, esté quien esté al frente.

En los tenderetes parecía ofrecerse ideología, pero sólo aparentemente. Eran mercachifles del odio.

Buenos días.

9.10.09

WIRE: NO HAY PASADO




Ayer escribí un panegírico a la mayor gloria de Margaret Fiedler, que ejercía de guitarra de apoyo a los Wire, sin apenas mentar al grupo que la contrató. Hoy intentaré deshacer el entuerto. En la fotografía Colin Newman, el líder de la veterana formación, trabajándose la guitarra durante su actuación en La 2 de la Sala Apolo. Presentaban “Object 47”, curioso título que indica el número de referencia de su nueva obra dentro de la producción del grupo. Sí, 47 “objetos” entre LPs y singles. Una vasta producción. Pero, al contrario de otros grupos veteranos, Wire miran al futuro y no a su glorioso pasado. Vivos y creativos. Algunos preferirán la urgencia de sus primeras canciones. Otros, la elaboración sonora de sus últimos trabajos. Sea como sea, un grupo que mantiene la chispa después de tantos años no es ya una buena noticia sino un milagro.

Les dejo con su último “objeto” hasta el momento. La canción que cierra su último álbum, llamada “All fours". Qué maravilloso trabajo de guitarras. Pura energía para empezar el fin de semana. Que lo disfruten.

8.10.09

ESCUDEROS DE LUJO: MARGARET FIEDLER


Los privilegiados que pudimos asistir a la descarga de energía de los Wire, ayer, en La 2 de Apolo, descubrimos, en el lado derecho del escenario y separada del grupo, a una guitarrista de soporte creativa y audaz. Imagino que un porcentaje reducido de la audiencia sabía que estábamos viendo a Margaret Fiedler, la vocalista y guitarra del dúo Laika, uno de los mejores grupos musicales que han emergido del Reino Unido en los últimos años. Su elección como acompañante para los Wire es lógica. La banda inglesa es reconocida por su capacidad para maridar el punk inteligente con todo tipo de ambientes sónicos en los que la distorsión electrónica y la realimentación tienen presencia destacada. Como Laika.

Fiedler es una gran guitarrista. Aparte de girar con los Wire, también ha sido acompañante de PJ Harvey en la gira en la que se comió a la competencia en el festival de Benicàssim, hace ya unos años. Una guitarrista inquieta y creativa que tiene que ponerse al servicio de otros para sobrevivir. El rock no siempre es éxito y luz de focos iluminando a la estrella. Su historia se escribe a menudo gracias a esos artistas minoritarios pero con una valía que sus propios compañeros de profesión son los primeros en reconocer.

Aquí, una muestra de sus interesantes texturas. Además, su voz es de lo más sugerente:



Buenos días.

6.10.09

BÉLMEZ: ENCAJADOS


La fotografía es una ilusión de tridimensionalidad. La conversión de tres planos a dos obliga a nuestro cerebro a interpretar esa profundidad que no se da ni en la película ni en el sensor. Ser consciente de ese lienzo en el que pintamos con luz es muy interesante a nivel compositivo. Y modificarlo con otros encuadres dentro del propio fotograma es un truco casi tan anciano como la fotografía.

En este caso, los Bélmez, encajados en el recodo de un pasillo. La esquina me permite esconder parcialmente a Jose Roselló (de perfil) y dirigir la mirada del espectador —o al menos, intentarlo, mediante la pared en diagonal— a la derecha del encuadre. El límite de la valla, siguiendo la arista de la derecha, cierra la composición y los limita todavía más.

Lo divertido del caso es que no tenía esa localización fijada de antemano. O, para ser exactos, no tenía ese encuadre en mi cabeza hasta que llegamos al sitio y lo vi. Fue en ese momento, mientras los colocaba para la foto, cuando todo cobró sentido.

Me encanta el jazz. Su colisión entre estructura e improvisación es lo que le da toda su frescura y emoción. Claro que los intérpretes de jazz suelen estar en la cuerda floja, más que los de rock. Llámenlo inconsciencia, pero esas cosquillas en el estómago son tremendamente adictivas.

Buenos días.

5.10.09

LAS CARAS DE BÉLMEZ


Bélmez o cómo el retrovisor de una motocicleta puede convertirse en la relectura rock de las apariciones de caras en la población homónima. A veces, la necesidad ofrece recursos que de otra manera pasarían inadvertidos.

El grupo, aquí.

Una de las múltiples mutaciones (en este caso, en clave de slowcore) de Jaume Pantaleón y Jose Rosello junto a Marc Anglés.

Cambiando de tercio, este fin de semana he visto Gomorra. Qué soberana decepción. O cómo confundir interés del tema con nivel de realización cinematográfica. En este caso, la cinematografía no pasa de telefilm mediocre.

Buenos días.

2.10.09

CAMARADERÍA


Reencuentro con mis compañeros músicos tras dos semanas de hiato. Ya saben, mezcla de vida de adulto y complicaciones de salud varias. Llego al local de ensayo y lo primero que hacemos es esto.



Sí, de acuerdo, tiene todos los errores que quieran y más. De hecho, no es más que una improvisación. Pero, a pesar de mis manifiestas limitaciones tras los tambores, creo que se percibe el placer, la energía del reencuentro. De eso se trata.

En la fotografía, J, de Los Planetas, se abraza a Camilo Lara, de Instituto Mexicano del Sonido, tras su participación en el concierto de éstos últimos en las fiestas de la Mercè. Se da una extraña camaradería entre quienes tocan música juntos. La que nace de compartir algo tan inaprehensible como los sonidos.

Buen fin de semana.

1.10.09

RACHID TAHA: FÁUSTICO


Ya apareció ayer, pero creo que su presencia escénica se lo merece. Así se mostró a la audiencia al principio de su actuación. Faústico, casi mefistofélico. Entre brumas que parecían sulfurosas y un entramado rítmico endiablado. Qué mal me supo tener que marchar antes de escuchar cómo evolucionó su concierto. Personaje y músico. Quizás ha vendido su alma al diablo. Quizás la música sea su diablo.



Buenos días.