13.10.09

MERCACHIFLES DEL ODIO


Y allí estaban. Quizás eran 200 ó 300. Familias enteras, con niños de corta edad o recién nacidos, abuelos afables y jóvenes, muchos jóvenes.

Allí estaban. Envueltos en sus banderas, sus cánticos, sus publicaciones, su orgullo, su pasado. Alejados de la ciudad, rodeados de policias. Saludos fascistas, banderas preconstitucionales, tatuajes y camisetas inequívocos.

Eran pocos, sí. Pero esperaba encontrarme ancianos que anhelaban la gloria pasada, días en que se creían dueños de la voluntad popular y sojuzgaban a los enemigos de su concepción de patria. Por el contrario, la mayoría eran jóvenes que no han vivido la dictadura, anhelantes de un futuro en el que sueñan que puedan tener cabida. Desharrapados. Deglutidos por el sistema. Carne de cañón, esté quien esté al frente.

En los tenderetes parecía ofrecerse ideología, pero sólo aparentemente. Eran mercachifles del odio.

Buenos días.

2 comments:

SUE said...

Hoy tu entrada me ha llegado especialmente. Para que lo sepas.

Tanto odio, tanto amor a las banderas, a los saludos. La mayoría tiene más delito. Puede que ni siquiera lo hayan leído en los libros de texto. Vivirlo ya, ni te cuento.

Un bravo grande, grande por tu entrada.

Buen día sin odios, ni banderas, ni saludos. Ni puño cerrado, ni abierto, ni leches en vinagre.Un abrazo y punto.

Besazo

SUE said...

Anacleto mirando el abismo desde arriba. ¿No te has fijado en el dibujo, o qué? jejeje.

Biko