17.9.06

Un Visa demasiado visto


Acabo de volver de Perpignan.

El festival Visa pour l'Image es una cita ineludible para todo aquél que quiere ser wannabe photographer y yo, como buen gafapasta, no puedo ser menos.

Por ello, tras dos días absorbiendo casi intravenosamente todas las imágenes que la organización ha tenido a bien mostrarnos vuelvo y es momento de transmitir mis impresiones, que se podrían resumir en una especie de resignación/desilusión. ¿la profusión de imágenes está matando el fotoperiodismo? ¿la organización se ha acomodado y ya no apuesta por nuevas visiones? ¿ya no hay fotógrafos que se preocupen tanto de la imagen como de lo que cuentan? La respuesta no es fácil, pero sí que puedo decir que pocas exposiciones me han llegado al corazón este año. Una sobre Txernobil, veinte años después; otra sobre los niños de la guerra; otra sobre la oleada de inmigrantes en Canarias y cómo los cosifica nuestra sociedad de la opulencia; la retrospectiva de Elliot Erwitt, con sus simpáticos perros, ... y poco más. Triste resumen para un festival que es LA CITA DEL FOTOPERIODISMO, así, con mayúsculas. Y el Visa Off, pues ha crecido pero no sé si para bien. Además de la dificultad intrínseca de algunos de los espacios (tiendas, bares, etc.) puedo decir que los criterios de selección del festival off son, cuanto menos, laxos. Recuerdo una vergonzante exposición sobre Srebrenica que no sería aceptada ni en un casal. Pues eso, parcos resultados para lo que es un referente. No pintan buenos tiempos para el fotoperiodismo. Y yo, que lo siento. De veras.