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18.2.10

CAMPING, O LOS PELIGROS DE NO SER CATEGORIZABLE


Camping es un gran grupo. Un gran grupo poco conocido. Vive en sus carnes los efectos de no ser fácilmente categorizables dentro de alguna de las corrientes que impregnan nuestro panorama musical. Rabiosamente independientes y alejados de moderneos que los sitúen bajo los focos. Pero son músicos. Serios. Aman lo que hacen, aunque no vivan de ello. Pero su implicación es difícilmente superable. Su autoexigencia también.

Parafraseando al autor Julio D. Wallovits, que, en su obra de teatro “Las listas”, se mofa de tanto autoproclamado artista: «Tal vez hoy sólo sea posible ser artista en la medida en que uno no se dedique exclusivamente a ello».

En la foto, durante la presentación, en Granollers, de su último álbum “The remains of industry”.

Los pueden degustar este sábado, en la sala Sidecar, a partir de las 10 de la noche.

Si quieren saber a qué suenan, aquí.

Hoy volveré a perpetrar una de mis inaceptables ligazones. Tras hablarles de Camping, adjunto otro momento de nuestra actuación en Moià. Por si no habían tenido bastante.

Buenos días.

15.2.10

DEL DUB AL FLAMENCO Y MÁS ALLÁ


¿Puede transformarse un tema dub en flamenco y que la transición aparente ser natural y sin esfuerzo? Sí. El grupo de versiones de Adriano Galante, lo hizo ayer noche. ¿Pueden unos intérpretes controlar hasta el último extremo la dinámica musical que generan, calibrando los momentos de intensidad para que exploten cuando la audiencia cree que ya no se puede llegar más allá? Sí, Ellos lo logran.

Los que tuvimos la suerte de ver la actuación de anoche estábamos incluso demasiado sorprendidos, afectados diría, como para ni tan siquiera aplaudir. Aplaudíamos con nuestros ojos como platos, con nuestra boca desencajada por la asunción de lo que acabábamos de oír.

Las veladas que organizan en el recoleto restaurante La Cucine Mandarosso, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo del infausto Palau de la Música Catalana, son una ocasión para la degustación de música en mayúsculas. Sin paliativos, sin concesiones, sin oropeles. Sin nada más allá que la celebración comunal, la fusión entre músicos y audiencia, en una velada compartida, sin distancia entre creador y oyente. Y digo creador porque Windswept Coastal Trees puede ser un grupo de versiones, pero lo que hacen cada noche es nuevo, diferente y único. Tejen atmósferas con la sapiencia de quienes han mamado muchas músicas y se han dejado horas y horas en el perfeccionamiento de su técnica. Una técnica siempre al servicio del sentimiento. Porque lo que les dirige, al igual que a los que vamos a escucharlos, es la música. Sin más.

Me permitirán que cometa la osadía de agrupar, en esta misma entrada, una pequeña reseña sobre nuestra actuación en Moià. Es de insensatos, pero la insensatez nos permite avanzar.

Dicen que quien hace lo que puede no está obligado a más. No estoy de acuerdo. Siempre se puede hacer más. Sirvan estas frases para reflexionar sobre el camino recorrido y preguntarnos hasta dónde queremos llegar. Por el momento, queda la satisfacción de haber hecho realidad nuestro primer contacto con el público en condiciones aceptables. La primera prueba ha sido superada. Pero sólo es el primer paso.

Y el primer paso fue así:



¡Cuánto queda por avanzar, pero qué bello el camino!

En la foto, Cecilia Giménez abriendo, con su exquisita voz, el camino para la actuación de Windswept Coastal Trees. Por fin pude fotografiarla mientras cantaba.

12.2.10

EMOCIONAL


Un gran concierto para el domingo. La actuación de Windswept Coastal Trees o el grupo de versiones-reinversiones de Adriano Galante, Cecilia Giménez, Martín Laportilla, Juan Rodríguez Berbin y Pablo Schvarzman. Será en la Cucine Mandarosso (Verdaguer i Callis, 4). Una ocasión para ver cómo un acogedor y pequeño restaurante puede convertirse en caja de amplificación de sentimientos tan intensos que se acercan a la devastación emocional.

Y el sábado, quien esto suscribe, amante de muchas disciplinas y dominador de ninguna, sujetará las baquetas en el bello pueblo de Moià para acompañar a mis hermanos de armas en una doble actuación. Será a partir de las 11 de la noche y aquí les dejo el (bello) cartel.

En la imagen, Cecilia Giménez, de Windswept Coastal Trees. O cómo la forma de sostener un micro puede ser emotiva.

Buen fin de semana.

10.2.10

SUBYUGANTE


Hay presencias escénicas subyugantes. Hildur Gudnadóttir podría ser un ejemplo. Sus gestos, movimientos, miradas tienen esa elegancia no impostada tan difícil de encontrar. Por otro lado, hay presencias escénicas aberrantes. Yo podría ser un ejemplo. Quizás por eso me parapeto tras una batería, el instrumento musical más cercano a un muro de confinamiento.

Este sábado los chicos de Jane Ascott volvemos a la carga, en un programa doble con los primos hermanos de The Cents. El magno acontecimiento tendrá lugar en Moià, Si les asusta la distancia, consuélense pensando que muchos han viajado a destinos más alejados, como Glastonbury a escuchar a individuos a los que no tenemos nada que envidiar. Hmmmm…

En fin, dicho queda.

El cartel, aquí.

Buenos días.

18.11.09

LA EXCLUSIVIDAD


No tomé ni una fotografía entre el Rin y el Óder. Los campos de concentración estaban plagados de fotógrafos y cada nueva fotografía del horror servía sólo para atenuar el efecto general. En esos días, durante una corta jornada, todo el mundo podría ver lo que les había ocurrido a esos pobres diablos en los campos; mañana, a muy pocos importaría lo que les ocurriera a éstos en el futuro”.

"Ligeramente desenfocado", Robert Capa

Aquí se hacen evidentes los subterfugios que emplea Capa para justificar sus acciones. Afirma que la acumulación de fotógrafos en los campos de concentración atenuaría el efecto de sus imágenes. Y sesenta años después se ha demostrado que ha sido totalmente al contrario. Si todavía se consideran los campos de concentración como uno de los ejemplos más categóricos del mal absoluto es gracias a la ingente documentación (fotografías y filmaciones) sobre sus consecuencias. Una documentación que los revisionistas intentan dinamitar.

Lo que desmotivaba a Capa no era la atenuación del horror por la acumulación, sino el no ser el único que lo documentaba; no poder erigirse en el héroe que, afrontando los peligros, fue el único que estuvo lo suficientemente cerca como para hacer la foto. Y es que, escribiendo, muchas veces explicamos sobre nosotros mismos mucho más de lo que somos conscientes.

En la imagen de hoy, Pau, en uno de los ensayos. Hoy nos abandona para ver a Tortoise. Lógico el cambio. Es más, yo diría que los demás estamos locos por no hacer lo mismo.

Buenos días.

29.10.09

AGONÍAS DEL FOTOLOG


¿El fotolog agoniza, está pasado de moda, obsoleto? ¿Debemos todos dirigirnos hacia el facebook, el nuevo punto de reunión entre los jóvenes y peterpanes? En esto de las redes sociales hay mucho de bluff, de tendencia gratuita y repetición de comportamientos porque toca.

Cuando conocí el fotolog hace un par de años, me pareció un buen lugar para compartir textos e imágenes. Es sencillo, cutre incluso. Esa simplicidad es uno de sus principales atractivos. Pero, tras el cambio de dirección en la empresa, esos gurús del marketing que creen saberlo todo y no han entendido ni quiénes son decidieron que era hora de vendernos regalos virtuales con los que obsequiar a nuestras amistades. Podías regalar una rosa o un dibujito a esa persona especial, a cambio de un módico precio. El coste no era virtual, claro. Cómo me gustaría saber qué beneficios económicos ha reportado iniciativa tan estúpida a las arcas de los señores fotolog. Y si ya han decidido colgar al genio del márketing que tuvo tan brillante idea. Pero con iniciativas tan iluminadas como la presente, no es extraño que algunos de los clientes habituales de fotolog decidieran darse de baja.

Si a esto añadimos a esa plaga de subnormales hiperhormonados que copian y pegan lindezas como “me efeas y tagrego” de forma indiscriminada en una estúpida carrera de cobayas por ver quién tiene más “amigos”, ocurre que este espacio no crece tan sano como en sus inicios. Les recomiendo que hagan como yo. Cuando reciban algún comentario de ese jaez producto de algún subhomínido, no se limiten a eliminarlo, bloqueen la cuenta agresora. Al enemigo, ni agua.

¿Agoniza fotolog? Como todo, depende de nosotros. Si seguimos participando, aportando ideas, conociéndonos, fotolog continuará siendo ese medio simplón pero efectivo de conocer a gente interesante.

En la foto, mis camaradas músicos en plena faena, ayer por la noche.

Les dejo una canción de Gravenhurst. Mis camaradas músicos saben por qué. Para el resto, porque es muy buena. Con eso debería bastar.



Buenos días.

2.10.09

CAMARADERÍA


Reencuentro con mis compañeros músicos tras dos semanas de hiato. Ya saben, mezcla de vida de adulto y complicaciones de salud varias. Llego al local de ensayo y lo primero que hacemos es esto.



Sí, de acuerdo, tiene todos los errores que quieran y más. De hecho, no es más que una improvisación. Pero, a pesar de mis manifiestas limitaciones tras los tambores, creo que se percibe el placer, la energía del reencuentro. De eso se trata.

En la fotografía, J, de Los Planetas, se abraza a Camilo Lara, de Instituto Mexicano del Sonido, tras su participación en el concierto de éstos últimos en las fiestas de la Mercè. Se da una extraña camaradería entre quienes tocan música juntos. La que nace de compartir algo tan inaprehensible como los sonidos.

Buen fin de semana.

27.2.09

FRATERNIDADES


Y allí estaba ella. Moviéndose rauda entre los asistentes que abarrotaban la estrecha sala. Preguntando, como la perfecta anfitriona, si estábamos bien. A continuación, dirigía su atención a otros invitados y su espalda, enmarcada por un ceñido vestido de noche, parpadeaba alejándose. Volví a mirar sus fotografías. Y me hizo sonreír el paralelismo entre los personajes retratados —seres de la noche en la mayoría de los casos— y los que habíamos acudido a su llamada. De hecho, mirando la fotografía que publico hoy, uno podría llegar a pensar que estábamos en el Nueva York de los 50. Juego de espejos. Fraternidades derivadas de un mismo estilo de vida. Mientras, Núria seguía pululando entre amigos y conocidos, consumiendo cigarrillos y bebidas y elevando la temperatura de la sala con su afecto.

Y, a continuación, a lomos de mi querida moto, a encontrarme con otra fraternidad, la de los locos que, como yo, nos encontramos un día a la semana para compartir notas, acordes y disonancias. Por aclamación popular —permítanme la ironía— aquí pueden sufrir una de nuestras elucubraciones. No digan que no se lo advertí.

Y antes de que me maldigan, les deseo un buen fin de semana.

6.2.09

ENSAYOS


Semana de ensayos. Dos días consecutivos moviendo las baquetas. Hoy pesan los brazos. Quedan bastantes minutos grabados, entre canciones e improvisaciones, para escuchar y escandalizarse. Atender a la grabación de una interpretación, pasada por el tamiz objetivo de un dispositivo electrónico que no conoce piedad, es un buen ejercicio de autoconocimiento. La grabadora no perdona, pero enseña.

La próxima semana, más. Ahora es tiempo para otras ocupaciones.

La fotografía, tomada ayer entre canción y canción. Mis compañeros de grupo empiezan a olvidarse, por hartazgo, de mi obsesión fotográfica. Es ahora cuando puedo atacar a traición. No son conscientes de que, cuando sean famosos, estas imágenes me facilitarán la jubilación.

Disfruten del fin de semana.