18.11.09

LA EXCLUSIVIDAD


No tomé ni una fotografía entre el Rin y el Óder. Los campos de concentración estaban plagados de fotógrafos y cada nueva fotografía del horror servía sólo para atenuar el efecto general. En esos días, durante una corta jornada, todo el mundo podría ver lo que les había ocurrido a esos pobres diablos en los campos; mañana, a muy pocos importaría lo que les ocurriera a éstos en el futuro”.

"Ligeramente desenfocado", Robert Capa

Aquí se hacen evidentes los subterfugios que emplea Capa para justificar sus acciones. Afirma que la acumulación de fotógrafos en los campos de concentración atenuaría el efecto de sus imágenes. Y sesenta años después se ha demostrado que ha sido totalmente al contrario. Si todavía se consideran los campos de concentración como uno de los ejemplos más categóricos del mal absoluto es gracias a la ingente documentación (fotografías y filmaciones) sobre sus consecuencias. Una documentación que los revisionistas intentan dinamitar.

Lo que desmotivaba a Capa no era la atenuación del horror por la acumulación, sino el no ser el único que lo documentaba; no poder erigirse en el héroe que, afrontando los peligros, fue el único que estuvo lo suficientemente cerca como para hacer la foto. Y es que, escribiendo, muchas veces explicamos sobre nosotros mismos mucho más de lo que somos conscientes.

En la imagen de hoy, Pau, en uno de los ensayos. Hoy nos abandona para ver a Tortoise. Lógico el cambio. Es más, yo diría que los demás estamos locos por no hacer lo mismo.

Buenos días.

1 comment:

Admin said...

Me han encantado estas publicaciones de Robert Capa, vaya escritos mas buenos!
Buscaré más sobre él, seguro que me llevo una grata sorpresa.

Por cierto, por lo del "script" no te preocupes, ya me las apañaré, pensaba que habias logrado conseguir alguno que no venia predetermimando, aún asi gracias, seguiré indagando : )

Un saludo Oscar, espero que os vaya todo bien ; )