27.2.09

FRATERNIDADES


Y allí estaba ella. Moviéndose rauda entre los asistentes que abarrotaban la estrecha sala. Preguntando, como la perfecta anfitriona, si estábamos bien. A continuación, dirigía su atención a otros invitados y su espalda, enmarcada por un ceñido vestido de noche, parpadeaba alejándose. Volví a mirar sus fotografías. Y me hizo sonreír el paralelismo entre los personajes retratados —seres de la noche en la mayoría de los casos— y los que habíamos acudido a su llamada. De hecho, mirando la fotografía que publico hoy, uno podría llegar a pensar que estábamos en el Nueva York de los 50. Juego de espejos. Fraternidades derivadas de un mismo estilo de vida. Mientras, Núria seguía pululando entre amigos y conocidos, consumiendo cigarrillos y bebidas y elevando la temperatura de la sala con su afecto.

Y, a continuación, a lomos de mi querida moto, a encontrarme con otra fraternidad, la de los locos que, como yo, nos encontramos un día a la semana para compartir notas, acordes y disonancias. Por aclamación popular —permítanme la ironía— aquí pueden sufrir una de nuestras elucubraciones. No digan que no se lo advertí.

Y antes de que me maldigan, les deseo un buen fin de semana.

1 comment:

Keka Suárez said...

que bohenio no?, que escena más cinéfila, Woody Allen podría estar detrás de cualquier persona hablando de la última sesión con su sicoanalista, en la que llegan a la conclusión que le gustan las mujeres gordas, inmensamente gordas por culpa de su niñera, y eso lo trauma, por que en realidad el placer lo siemte por el hecho de sentirse aplastado como un gusano..... etc,etc.
Acabo de escuchar la canción, te aseguro que bien grabada la bateria no sonaría tan lata, pero no me disgusta para nada lo que escuché, ahi un momento algo surffer, es muy eclíptica vuestra toma de influencias?
Bon día.