23.10.09

REALIDAD Y ARTIFICIO


Algo hay en nuestra naturaleza que nos impele hacia el artificio. Incluso la cultura, que nos hace humanos, puede interpretarse como una reelaboración de nuestro entorno y de nosotros mismos, el intento de plegar la realidad a nuestros deseos.

El vestido fue, en un primer momento, la aplicación de nuestra capacidad de usar herramientas para elaborar materiales con los que guarecernos, pero pronto pasó de ser una mera capa protectora para convertirse en un lenguaje, una forma de comunicarnos con nuestros semejantes, de modificarnos incluso.

Los zapatos de tacón y el fetichismo.

El tacón no sólo eleva a la mujer y marca sus pasos con una nueva sonoridad. También modifica su centro de gravedad y su forma de caminar. Y, como consecuencia de esos cambios, altera la percepción que tiene de ella misma. Varias chicas me han comentado que, con unos buenos zapatos de tacón, se sienten capaces de comerse el mundo. ¡Hasta qué punto la apariencia influye en nuestro estado de ánimo!

Los zapatos de la foto son conocidos como peeping toe shoes porque dejan a la vista los dedos de los pies. Peeping, del verbo to peep, mirar, pero de soslayo, espiar. Un peeping tom es un mirón (¡Qué gran película de Michael Powell, por cierto!), un voyeur. El nombre ya define para qué fueron creados estos zapatos: Para ser mirados.

Buen fin de semana.

3 comments:

Tomás said...

Peeping Tom! ..."La cámara como falo", que dijo la Sontag.

Prefiero la cámara a los tacones, aunque nunca he probado ambas cosas a la vez. Debe ser...

Buen fin de semana.

Óscar García said...

Jajaja, pobre Sontag, no se enteraba de nada. La famosa escena de la modelo en Blow Out si que es la cámara como falo, en Peeping Tom es la cámara (o tripode) como estilete.

Le estoy imaginando con tacones... Mejor lo dejo, jajajaja.

Admin said...

Excelente publicación, y encantado de compartir las nuevas entradas otra vez.
Tengo el recuerdo y la sensación de que algunas mujeres que en mi vida me han rodeado, se sienten así, capazes de comerse el mundo, es increíble como tu dices, como afecta al estado de ánimo.
Reconozco que he intentado andar con algunos tacones de amanda, el único resultado ha sido una buena carcajada y una buena ostia.

Un saludo!