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4.11.09

MUERTOS VIVIENTES


Si ayer tocaba el impuso Eros, hoy Thanatos.

Muertos vivientes. Infrahumanos que no saben que son sólo una caricatura sanguiñolenta de lo que fueron. Cuerpos consumidos, podridos, de movimientos envarados, dominados por instintos primarios.

El subgénero de las películas de zombies tiene unos estilemas bien definidos. Y su argumento acostumbra a ser siempre el mismo. Normalmente, unos pocos humanos deben enfrentarse a hordas tambaleantes que buscarán cualquier resquicio para devorarlos y convertirlos en peones de su macabro reino. Los espectadores nos posicionamos al lado de esos escasos congéneres en su lucha sin cuartel contra los cadáveres hambrientos. Celebramos cuando se elimina, de la manera más cruel posible, a uno de esos infrahumanos, a poder ser destrozando sin piedad sus cuerpos putrefactos.

¿Y si formáramos parte de ese ejército de infrahumanos aunque no seamos conscientes? ¿Y si estuviéramos dejando que nuestro cuerpo se colapse mientras nos movemos por estímulos simples y somos una caricatura de lo que pudimos llegar a ser? ¿Estamos vivos o queremos creerlo?

Les recomiendo la película “El carnaval de las almas”, una deliciosa película que se acostumbra a denominar de serie B y que tiene más enjundia que muchas de “arte y ensayo”.

Estos maravillosos zombies también hacían cola ordenadamente para entrar en el Salón del Manga.

Buenos días.

2.11.09

BESO OTAKU


Queda en el recuerdo un fin de semana intenso, que se inició ya el viernes y que da como saldo reencuentros, encuentros, visitas, conciertos y una sesión de fotografía. Entre las visitas, acercamiento puntual al Salón del Manga, en el recinto de La Farga, en L’Hospitalet. Aunque podía acceder de forma gratuita, no me atreví a disolverme en una cola que daba la vuelta al recinto y que prometía un tiempo de espera no inferior a las dos horas. Será que la edad ya no me permite esas efusiones o que, simplemente, tengo cosas mejores que hacer. Por ejemplo, observar a los jóvenes otakus que se disfrazan remedando a sus personajes preferidos.

Contemplaba a esos jóvenes que, en algunos casos, habían dedicado horas y horas a confeccionar sus atuendos y me embargó una cierta emoción. Los otakus de hoy son los heavies de antaño. Jóvenes principalmente de extrarradio que huyen de un entorno hostil a mundos más acogedores, en los que se ensalza el valor, existen códigos de honor y el éxito es posible. Son héroes, aunque sólo por un día. Las chupas, substituidas por capas o levitas; los tejanos de segunda piel, por medias de rejilla. Pero los códigos que los uniforman y los distancian del entorno allí estaban.

Mientras recorría la cola, me encontré con estas dos chicas que se besaban apasionadamente, ajenas a su entorno. Un bello mensaje para iniciar la semana.

Buenos días.