21.10.10

NO SON LA CÁMARAS, SON LOS MEDIOS


—¡Con esa cámara ya podrás hacer buenas fotos!

Cientos, miles de veces he criticado esa frase.

Recientemente incluí el acceso de descarga para las imágenes de la actuación en Barcelona de Brandon Flowers que había realizado su “fotógrafo” oficial (me permitirán entrecomillar la supuesta profesión, en aras de no incluir algún otro sustantivo más hiriente) con una de las mejores cámaras disponibles en la actualidad para fotografías a baja luz, la Canon EOS 5D MkII. Bien, las fotografías de ese supuesto fotógrafo eran, sencillamente, impublicables.

Así que no es la cámara; es quien la utiliza. Su capacitación técnica, su conocimiento y, sobre todo, su visión fotográfica.

Disculpen que insista, pero reitero el tema porque, ante la precarización de la fotografía, los propios fotógrafos caemos en el error de asociar ese empeoramiento de las condiciones de la profesión con el advenimiento de la fotografía digital. Es decir, solemos decir que la digitalización de la fotografía ha hecho que cualquiera pueda hacer fotos. Por lo tanto, nosotros, como colectivo, también afirmamos que la cámara es la que hace las fotos.

Y eso es radicalmente falso. Cualquiera puede apretar el disparador. No cualquiera hace fotos.

¿La llegada de la fotografía digital ha permitido una popularización de la fotografía? Sin duda. Pero es una tendencia que viene de antes. ¿Ya nadie se acuerda de las polaroid, las instamatic y las compactas de carrete? Todas ellas, iniciativas para popularizar la fotografía, para ampliar el negocio. Para el “cualquiera puede hacerlo”. Ya entonces se revelaban millones de fotografías, pero existía la diferenciación entre el profesional y el aficionado.

¿Por qué? Pues porque había unos criterios de calidad mínimos que marcaban el listón de entrada. Y esos criterios han saltado por los aires. Los medios de comunicación los han dinamitado

Los medios de comunicación pierden ventas, quieren reducir costes, llenar páginas de la manera más económica posible, aunque sea a expensas de la calidad en la información que ofrecen.

Ese es el gran cambio que se da ahora. Y en el que la fotografía digital es sólo una condición facilitadora. Hay agencias de prensa cuyos periodistas son, al mismo tiempo, redactores, fotógrafos, cámaras de vídeo, técnicos de sonido y quién sabe cuántas cosas más al mismo tiempo. Es imposible que compaginen todas esas funciones y ofrezcan lo mejor de ellos mismos en cada una de esas actividades. Y la agencia lo sabe, pero también sabe que la rentabilidad aumenta exponencialmente. A la misma velocidad que se degrada la información publicada, por cierto. Pero es igual, lo que importa es el dinero. Y ese es el modelo que se está aplicando, cada vez más, en todas las redacciones.

No son las cámaras, son los medios.

Puerta de artistas. Ya puede entrar por ella y sentirse como tal, aunque sea sólo por un día. Lo único que tiene que hacer es regalar su trabajo.

Buenos días.

3 comments:

Unknown said...

buenas,
estando al otro lado de la barrera, disfruto mirando fotos ajenas con afán de aprender y disfruto disparando de vez en cuando, también he oido infinidad de veces esa expresión con la que no estoy de acuerdo para nada.
por otro lado me 'tranquiliza' ver que quien se expresa así lo hace gratuitamente, y que generalmente se trata de gente que no tiene una relación muy estrecha con la fotografía.
en mi caso he dejado de escuchar ciertos tópicos que no son más que eso....

las fotos de brandon flowers, que ya vi hace unos dias, provocaron en mi un par de reflexiones:

la primera reacción fue de sorpresa, como se pueden enviar esas fotos a los medios y quedarse tan ancho???

por otro lado me dieron ánimos para seguir disparando ya que alguna de mis fotos, creo, que transmiten mucho más que las de su fotografo con su gran cámara.

dejemos que lo tópicos sean solo eso.....

gran post el de hoy.

gracias por tus pensamiento, y como no por tus fotos......grandes.

saludos

Unknown said...
This comment has been removed by the author.
Unknown said...

Estic d'acord. Des de la meva ignorància fotogràfica, crec que la mirada, potser innata, potser treballada, és quelcom tant particular que qui la té, posseeix un tresor que no es pot comprar ni amb la técnica ni amb la millor càmera del món.