Una más que interesante propuesta audiovisual ayer por la tarde en La Pedrera. El dúo Les Aus improvisó al compás de unas proyecciones creadas para la ocasión por Gerald Gil. Tan bueno era el montaje de las imágenes que, por momentos —y sin querer desmerecer en absoluto el interesante colchón sonoro propuesto por Mau Boada y Arnau Sala— llegó a imponerse sobre la música. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que utilizó, como materia prima, películas como El Carnaval de las Almas, un film atemporal, tan avanzado a su tiempo que todavía impone. En la pantalla, el fascinante rostro de Candace Hiligoss, la protagonista de la película.
La proyección jugaba con la yuxtaposición de escenas similares de películas diferentes —un recurso muy bien utilizado que aportaba un gran dinamismo— o mediante la contradicción entre texto e imagen. También fue de agradecer la sutil trasgresión, dado el espacio en el que se celebraba la actuación, emblemático para la burguesía catalana, al mostrar un orgasmo mediante una cámara fija centrada en la cara de la protagonista —toda la acción quedaba fuera de campo—, intercaladas las imágenes con textos sobre las estrellas y el universo. Porque todos somos planetas o estrellas errantes, gravitando sobre un vacío que nos envuelve, al que quizás aportamos nuestra luz. En definitiva, brillante, elegante e hipnótico. Así da gusto.
Buen fin de semana.
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