
De vuelta de una pequeña escaramuza nocturna. Una ocasión para reencontrarme con compañeros circunstanciales de trabajo que han dejado buen sabor de boca. Y que lo retroalimentan al reencontrarnos. Tras intentar que la noche acalle los demonios, vuelta a casa. El nuevo espejo de la portería te mira. Y te ofrece tu reflejo. Clic.
Fotolog está lleno de autorretratos. Incluso se ha instaurado un cierto estilo, un amaneramiento, unas formas propias. Angulaciones expresionistas, picados para mostrar las curvas del cuerpo y ampliar los rasgos de la cara, al estilo de los mangas. ¿Fatuidad? ¿Autoafirmación? ¿Narcisismo? Para mí, el espejo es una interrogación. Me miro, veo mi reflejo y cuestiono quién soy. Alguien que se supone soy yo me mira desde la superficie bruñida. Acostumbrado a percibir todo desde dentro, desdoblarse puede, quizás, explicar esa mirada de atoramiento que muchos mostramos cuando nos vemos desde fuera, desdoblados.
Ese era yo esta noche, cerca de las 2 de la madrugada. Ahora me tocará estar al otro lado del espejo, hasta la tarde.
¿Quién soy yo?
Buen fin de semana.
1 comment:
Le seguiré por aquí si no le importa, a este lado del espejo.
(he aborrecido el fotolog)
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