30.4.10

CRÓNICAS MURCIANAS (I)


uenos días desde Murcia, la ciudad en la que el sol no se pone y en donde las gasolineras (una en cada esquina) son los verdaderos zocos. Bienvenidos a Murcia; en ella coincide un evento tan absolutamente contemporáneo como un festival de música con imágenes tan absurdamente rescatadas del pasado como la que les presento hoy. Estos maravillosos comulgantes superan las peores pesadillas de Lladró.

Niños que se asoman a los misterios de la fe gracias a su inocencia todavía impoluta.

Niños que creen que hay una presencia superior que justifica y da sentido a sus existencias.

Pobres.

Niños que, tras el descreimiento, ponen toda su fe en otro dios, llámese música, fotografía, arte, dinero… o son politeístas.

Pobres niños grandes.

Pobres todos nosotros, que sólo tenemos los vanos placeres caducos que hacen que podamos continuar otro día.

Pobres, pero quizás felices.

Ayer realicé una procesión de 600 kilómetros para ver esto.

Y defiendo mi gesto con la fiebre del converso.

Me voy al festival.

Buenas tardes

26.4.10

CICATRICES DE VIDA


Somos mecanismos que funcionan hasta que los daños superan nuestra capacidad de regeneración. Somos conjuntos complejos formados por elementos más pequeños. Somos formas de vida sustentadas por nuestros huesos. Somos tan complejos que nuestros cuerpos tienen muy limitada su capacidad de regeneración. Somos tan complejos que nuestras mentes pueden crear y diseñar nuevas formas de regeneración.

Tras la piel abultada y herida, unida a la fuerza por grapas, se esconde una nueva rótula, artificial. También se esconde la necesaria recuperación para devolver a la normalidad una articulación castigada por el tiempo. Somos débiles y las cicatrices marcan los daños que la vida nos inflinge. Somos fuertes y las cicatrices indican que hemos superado las pruebas vividas.

Buenos días.

23.4.10

UN SANT JORDI DIFERENTE


—Te he traído mi libro.
—Te odio, no pienso hablar contigo. Va a ir a la basura. ¿Cómo has podido hacerme esto?
—¿Hacer qué?
—Escribir esa mierda sobre mí.
—¿Sobre ti? ¿Es que te reconoces?
—¡Por favor! ¡Es evidente que soy yo!
—Pues, querida, tienes una opinión de ti ciertamente mejorable.

Acaban de leer un breve relato sobre el día del libro y de la rosa.

Por cierto, ¿cómo es que nadie critica el sexismo de una celebración en el que la mujer debe recibir algo inútil y perecedero como una rosa mientras que el varón recibe un vehículo de transmisión de conocimiento como es el libro? ¿Será que la nube de lo políticamente correcto nos impide ver el mensaje que subyace en todo ello? Vamos, si fuera mujer y me regalaran rosas en vez de libros me indignaría pero mucho.

Les dejo con una foto disparada al vuelo dentro de uno de esos odiosos trenecillos para turistas en el que me encasquetaron durante las actividades paralelas de una reunión de empresa. Es casi todo lo que vi de Montmarte. Curioso que, hasta en movimiento, de noche y sin tiempo ni para pensar, la fotografía muestra un intento de compensación entre la pareja y la Torre Eiffel. Intentamos ordenar el universo. La fotografía no es pues, un intento de mostrar lo que vemos, sino cómo lo vemos.

Una recomendación para Sant Jordi: “La visión fotográfica. Curso de fotografía para jóvenes fotógrafos”, de Eduardo Momeñe:

http://www.lacentral.com/9788492213528

De lo mejorcito que he leído últimamente en cuanto al reino de las luces y de las sombras.

Feliz Sant Jordi.