30.4.10

CRÓNICAS MURCIANAS (I)


uenos días desde Murcia, la ciudad en la que el sol no se pone y en donde las gasolineras (una en cada esquina) son los verdaderos zocos. Bienvenidos a Murcia; en ella coincide un evento tan absolutamente contemporáneo como un festival de música con imágenes tan absurdamente rescatadas del pasado como la que les presento hoy. Estos maravillosos comulgantes superan las peores pesadillas de Lladró.

Niños que se asoman a los misterios de la fe gracias a su inocencia todavía impoluta.

Niños que creen que hay una presencia superior que justifica y da sentido a sus existencias.

Pobres.

Niños que, tras el descreimiento, ponen toda su fe en otro dios, llámese música, fotografía, arte, dinero… o son politeístas.

Pobres niños grandes.

Pobres todos nosotros, que sólo tenemos los vanos placeres caducos que hacen que podamos continuar otro día.

Pobres, pero quizás felices.

Ayer realicé una procesión de 600 kilómetros para ver esto.

Y defiendo mi gesto con la fiebre del converso.

Me voy al festival.

Buenas tardes

No comments: