3.12.09

EL TRIUNFO DE LA CARNE


De manera efímera, como en un espectáculo de burlesque, la carne impone su ley.
Tersa piel, elipses que fijan geometrías del placer.
Cuerpos generosos, turgentes, neumáticos, que invitan al exceso, a la vida.
Cuerpos orgullosos de sus proporciones, desafiantes, humanos.
Ajenos a tendencias, desprecian la negación, reafirman su poder.
Los espectadores observan, conquistados, vencidos.
De manera efímera, como en un espectáculo de burlesque, la carne impone su ley.

Buenos días.

2.12.09

24 HORAS EN MADRID (y V): EL HOMBRE MÓVIL


El AVE o tren de alta velocidad que realiza el trayecto entre Barcelona y Madrid es tremendamente agradable. Su único inconveniente son los especimenes que acostumbran a anidar en él.

Si antes los ejecutivos se autorrealizaban mostrando sus Rolex o trajes de Armani, ahora lo que está más en boga es utilizar el móvil como látigo a distancia. Insultan y desprecian a sus subordinados durante eternas conversaciones al teléfono, a voz en grito, si puede ser, y repitiendo los motivos de queja por si has tenido la suerte de evitar su escucha la primera vez. Tras 40 minutos hiperactivos, con la garganta irritada por la disputa y la oreja recalentada por las microondas, pero con la satisfacción que les ofrece esa vana autorrealización, los hombres móviles cortan la comunicación y mirar ansiosos en derredor para descubrir si han sido motivo de atención, que, evidentemente, es lo que buscan.

A continuación, pueden conectar su portátil para dirigirse a la página web de la marca de relojes Tag Heuer y valorar las cualidades de sus modelos con su compañero de empresa durante minutos y minutos. Dirán admirar sus formas y motivos, pero es evidente que su condición de modelos de lujo, de otorgadores de estatus, es el único argumento real que les mueve a su compra.

Una hora después, cuando han podido observar en detalle las especificaciones técnicas de cada modelo, se acerca a la pareja otro ejecutivo, que parece su responsable. Un rápido gesto sobre las teclas Alt y Tab cambia la pantalla a una inocente tabla Excel.

—¿Trabajando?
—Buff, sí. Tengo trabajo pendiente para parar un tren.

Sonrío y bajo la vista. ¡Ah, los hombres móviles!

Buenos días.

1.12.09

24 HORAS EN MADRID (IV): VICEPRESIDENTA SALGADO


Elena Salgado tiene en la cara las muescas de la vida. Arrugas en su rostro que no ocultan su atractivo, a pesar de lo que piensen los responsables de “El País”, que, para colocarla como portada en uno de sus suplementos, decidieron someterla a un lifting intensivo de Photoshop que la acercaba a un maniquí más que a una persona.

Elena Salgado es como un junco, delgada, flexible y resistente. Sirve para cualquier ministerio que le encomienden aunque no faltan voces que graznan su escasa preparación para ostentar una vicepresidencia económica. ¡Como si a la inmensa mayoría de nuestra clase política no le faltase talla intelectual para ocupar el cargo que ocupa!

Elena Salgado ahuyenta los comentarios con una dura inflexión de su voz, con una seguridad en la entonación, rayana en el absolutismo, que uno se pregunta si no es una máscara de su personaje de perfecta gestora.

Elena Salgado no parece querer bromas. Fue la responsable de la consabida ley antitabaco y ahora quiere aplicar el modelo alemán para que la crisis afecte lo menos posible a los trabajadores. Veremos.

Buenos días.