EL ETERNO VIAJE

Lejos de los focos del escenario, de los aplausos tras la actuación, la vida de un músico se asemeja mucho a esto: el eterno viaje, el movimiento perpetuo. Hoy en Barcelona, mañana en Madrid, pasado mañana en Milán. El mundo se hace pequeño pero las esperas son eternas. No es de extrañar que el último álbum de Julia Kent se titule “Delay” (retraso), por los tiempos muertos en los aeropuertos. Cansado eso de ser un vagabundo de la música por años y años. ¿Qué mantiene la energía, la pasión por lo que se hace? Como apunta la frase en la pared de la galería Miscelánea, “el furor es un misterio”.

Buenos días.

EL MUNDO A SUS PIES

En la imagen, Julia Kent, su chelo y el sampleador con el que crea sus capas de sonido. Es curioso porque la imagen me remite, por esas extrañas asociaciones que realiza el cerebro, a la película “El hombre que pudo reinar”, de John Huston. Dichas asociaciones se dan a raíz de los conceptos “el mundo a sus pies” y “capas”. Me intentaré explicar.

La película de Huston narra como dos buscavidas ingleses llegan, por avatares de la vida, al poder absoluto en un remoto país. Uno de los dos protagonistas, interpretado por Sean Connery, pierde el sentido de la realidad y se cree omnímodo, lo que propicia su caída en desgracia. La historia pues explica eso de “el mundo a sus pies”.

Por otro lado, las capas de sonido que crea la Kent utilizando repetidamente su sampleador pueden asemejarse a las capas de significación que tiene la película de Huston. Me volveré a explicar. Es una película de aventuras pero no lo que ahora entendemos por “película de aventuras”. Al igual que la grandiosa “Moonfleet”, de Fritz Lang, la obra de Huston ofrece diferentes sustratos, significados diversos en función de cuánto queramos profundizar. Divierte a un niño cuando la ve pero, con la aparente frivolidad de sus aventuras, transmite un conocimiento de la psique humana que ya querrían muchas películas aparentemente serias. A años luz de indianas jones y similares. Hace muchos años escribí un estudio sobre la película en la desaparecida revista de cine “Seqüències”. Estoy seguro de que si ahora revisase mis comentarios me pondría las manos a la cabeza por su superficialidad. Por el contrario “El hombre que pudo reinar” resplandece inmarchitable con el brillo del arte con mayúsculas.

Buenos días.

UNA DAMA Y UN CHELO

A pesar de las embestidas de lo que se asemeja a una gripe u otro tipo de enfermedad igualmente molesta, el viernes reuní las fuerzas suficientes para ir a ver a Julia Kent en la sala Miscelánea, uno de esos escasos centros culturales dirigidos por personas que aman lo que hacen. Media hora de actuación, en la que se debatió contra la tendencia a desobedecer de uno de sus interruptores del sampleador. A pesar de ello, consiguió recrear esos temas llenos de substratos, como una orquesta virtual de violonchelos, hermanando la nobleza de los instrumentos clásicos con las posibilidades de la electrónica. Presentó temas no incluidos en su álbum Delay y la sensación que tuve es que se permite más licencias con su instrumento, incorporando el ruido como un elemento más en su paisaje sonoro. Pinta bien. La oscuridad del espacio, apenas iluminado por dos focos de color, ayudó para que todos despegáramos con sus composiciones.

Buenos días.

VISA POUR L’IMAGE (4): DOS BELDADES EN PERPIGNAN Y MÁS

En la mayoría de las ocasiones, no es tan importante lo que hagas sino con quién. Tuve la suerte de compartir la visita a la capital del fotoperiodismo con ellas. Así da gusto.

Más mujeres. Esta noche disfrutaré de la música arrulladora de Julia Kent. Parece ser que se han agotado las entradas. Es agradable ver que aquellos músicos que no disfrutan del fervor de las masas pueden encontrar una audiencia que les permita seguir viviendo de su arte. Y, con ellos, las personas lo suficientemente locas como para organizar este tipo de conciertos. Mi admiración hacia ellas, que hacen este mundo un poco menos monocorde, un poco más rico. Ya se sabe, hay grandes cosas en lo pequeño.

Buen fin de semana.

VISA POUR L’IMAGE (3) Y MÁS

No todo fue negativo en el Visa pour l’image. Vi alguna exposición que sí merece el calificativo de fotoperiodismo, que para mí es esto (Y perdónenme el atrevimiento de autocitarme):

“Un fotoperiodista es aquel que documenta la realidad con su cámara e intenta aportar una visión propia. Sea en Hospitalet o en Kazajistán. Y los criterios de selección tendrían que ser la calidad fotográfica de su mirada, el interés del reportaje y la integridad de su posicionamiento”.

Entre los reportajes que sí merecen ese calificativo citaría:

“Pakistán, ¿realidad o ficción?”, de Massimo Berruti. Maestría fotográfica en blanco y negro de la que no se acostumbra a ver junto a una atinada reflexión sobre lo que se está viviendo.

La recopilación de imágenes de Viktor Drachev, una fusión entre ironía, comprensión y celebración del alma eslava.

El brillantísimo ensayo “Only in America”, de François Le Diascorn, que reverdece los laureles de Robert Frank.

Y la visión intimista del crecimiento endiablado de China, por Boris Svartzman.

Poco más.

Para que se nos pase a todos la sensación amarga, nada mejor que proponerles plan para mañana viernes, si viven cerca de Barcelona y en el improbable supuesto de que no tengan nada que hacer:

Concierto de Julia Kent en el centro Miscelànea (c/ Guàrdia, 10). Por sólo 6 eurines, la chelista de Antony & The Johnsons les podrá deleitar, en pétit comité, con sus capas sampleadas de chelo, que forman un colchón sónico realmente interesante.

La información, aquí.

Además, por el mismo precio tendrán la posibilidad de saludar personalmente al fotógrafo gafapasta. ¿Qué más se puede pedir?

Mucho más, sin duda, pero la vida es dura.

Buenos días.