16.6.10

CONFRONTACIÓN


Dos sujetos, una persona que camina por la calle y una imagen enganchada en una pared quedan igualados, circunscritos a las dos dimensiones por obra y gracia de la emulsión fotográfica. La pérdida de la tridimensionalidad tiene estas cosas, se crean nuevas relaciones entre los elementos que forman una fotografía. Tomada en París, hace dos semanas.

Del mismo modo, perder la multidimensionalidad que conforma un grupo y quedarse solo a la espera de que lleguen tus compañeros puede provocar que uno deba enfrentarse a sus limitaciones solo, sin esa red protectora que crean los otros intérpretes a tu alrededor. Ahí lo tienen, sin trampa ni cartón. No digan que no les avisé.



Buenos días.

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