
Todos somos, en gran medida, resultado de lo que fuimos durante niños. Nuestras experiencias en los primeros años nos marcan más de lo que suponemos. Observamos nuestro entorno e intentamos aprehender lo que nos rodea, asumiendo que lo que vemos es el mundo. Y, una vez adultos, construida ya nuestra personalidad y la imagen que tenemos del exterior, cuesta bastante más cambiar dicha percepción y la consiguiente forma de actuar.
Durante el concierto del domingo, me fascinó la pasión con la que esta niña interiorizaba lo que ocurría a su alrededor. Y debo reconocer que sentí un poco de envidia. Esa niña que, desde tan pequeña, tiene acceso a conciertos como el que disfrutamos, tiene mucho ganado para poder crecer, como persona y como artista. Por eso, aquellos que no tuvimos una infancia tan rica tenemos un deber para con nosotros y con nuestro entorno. Mantener esa curiosidad de niño. Seguir observando nuestro entorno y aprender. No es complejo de Peter Pan, es evitar que la gravedad acabe con nuestras aspiraciones, con la capacidad de crecer. Fosilizarse es morir.
Buenos días.
No comments:
Post a Comment