31.7.09

MALDAD


Cuando estuvo otra vez al lado de ella en la camioneta, dijo:
—Bueno, acabo de decidirme. Me apunto a la infantería.
—¿En serio? A la infantería, ¿eh?
—Ajá.
—¿Y luego qué? ¿Te especializas en algo?
—Me voy a Vietnam.
—¿Y luego qué?
—Me voy a cargar a un montón de gente.
—Cielos —dijo ella—. No estás con los chavalotes, ¿sabes? Soy una chica.
—Lo siento, socia.
Ella le puso la mano en la nuca y le acarició el pelo suavemente con los dedos. Para que dejara de hacerlo, él se sentó con la espalda recta.
—Ha sido horrible eso que has dicho, James.
—¿El qué?
—Lo que has dicho.
—Me ha salido sin más. No lo decía en serio, creo.
—Pues no lo digas.
—Mierda. ¿Tan malvado crees que soy?
—Todo el mundo tiene un lado malo. No lo alimentes y no crecerá.

Denis Johnson, Árbol de Humo. Pág. 128

El libro de Johnson está siendo uno de mis principales compañeros durante los breves días de descanso, que, desgraciadamente, ya han llegado a su fin. Es curioso contemplar cómo los estímulos que recibes de diferentes actividades a veces parecen converger como guiados por una mano invisible. En la imagen, uno de los cráneos utilizados por el grupo Árnica en su actuación a las afueras de Barcelona.

Buen fin de semana.

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