18.2.09

LA VIDA A TRAVÉS DEL VISOR


—Veo que lleva usted una cámara bajo la lluvia—dijo ella.
—Esta noche estoy haciendo bastantes tonterías—admitió él.
—¿La lleva usted todo el tiempo encima?
—No. Intento no cogerle apego. Si uno no tiene cuidado, se puede convertir en tus ojos, en el único sueño por el que ves.
—¿Ha dicho usted “sueño”?
—¿Cómo?
—¿Ha dicho que se convierte en el único sueño por el que ves?
—¿Eso he dicho? Quería decir “ojos”. Tu cámara se convierte en tus ojos.
—Pues es un lapsus extraño, señor. ¿Soñaba usted con ser fotógrafo cuando era joven?
—No, señora. ¿Soñaba usted con ser Sigmund Freud?

Denis Johnson. Árbol de Humo

A veces, un pequeño párrafo de una novela cobra vida propia y se clava en tu cerviz. A veces, unas frases tangenciales en la narración se convierten en fundamentales y le otorgan incluso más sentido del que quizás pretendía el autor. Porque el sentido último de la obra es cosa del lector, siempre.

Hace unos días leí este párrafo de Árbol de Humo y todavía me sigue rondando. Hoy quiero compartirlo porque representa la alienación que se produce al mirar la vida a través de la cámara. Esa alienación que facilita el trabajo en situaciones de guerra (no de “conflicto”, por favor, cómo odio el lenguaje políticamente correcto) y que te separa del entorno, hasta sentirte externo a él. Una alienación adictiva. En mi caso, por lo menos.

En la foto, Albert. Otro que ha caído bajo el influjo de la imagen detenida.

Buenos días.

1 comment:

Keka Suárez said...

Desde pequeña sueño con imagenes o pequeños cortos que luego cuando se hacen realidad me paro y pienso: ya está aquí otra vez mi sueño.

No se si es cosa mía pero me da la sensación que veo las cosas de forma diferente, y cuando me cuadran es cuando las veo a través de mi cámara.
Debe ser por eso que soy un despiste con patas.
Bona tarda.