2.2.09

BURLESQUE


El viernes, tras una cena y cuando el vino y los cubatas habían acelerado nuestras lenguas más que nuestros cerebros, intenté articular el argumento de que la época en que vivimos me recuerda muchísimo a la república de Weimar. No me alargaré porque ya lo he afirmado en otras ocasiones. Pero esa histeria de vivir exprimiendo hasta el último suspiro, ese ansia de hoy y olvido del mañana me anuncian que quizás el mañana es temible.

Y el sábado asistí a un espectáculo de burlesque. Y volví a pensar en la Alemania de los años 30. Perdido en esa confusión de géneros, en el barroquismo, el exceso y la actuación del cabaret, temí salir del oscuro local y encontrarme con un grupo de camisas pardas.

Buenos días.

1 comment:

Keka Suárez said...

Yo de mayor quiero tener ese ojo que tienes tú para ver el momento preciso donde la estética de la imagen se convierte en arte.