17.6.09

EL MUNDO SUMERGIDO (y III)


“El ejemplo clásico es el miedo atávico que siente el ratón de campo por el gavilán: Basta mostrarle una figura de papel para que se precipite a esconderse. ¿Y de qué otro modo puedes explicar la repugnancia universal y completamente injustificada que inspiran las arañas, aunque sólo una especie pica a sus victimas? ¿Y el odio que sentimos por las serpientes y reptiles, también sorprendente, pues estos animales no son muy comunes? Sólo porque todos llevamos en nosotros mismos un recuerdo oculto del tiempo en que las picaduras de arañas gigantes eran mortales, y los reptiles dominaban el planeta.”

“El mundo sumergido”, J. G. Ballard

Finaliza hoy este improvisado proyecto. El origen de las fotografías es la búsqueda de localizaciones para una sesión, el pasado sábado.

En el transcurso del día, encontramos una pequeña ardilla, aún caliente, que había sido atropellada en la carretera. Por suerte, su fallecimiento debió de ser instantáneo, ya que recibió el impacto en la cabeza. Su cuerpo todavía estaba caliente, como a punto de seguir correteando entre los árboles. Mientras fotografiaba los restos de ese pequeño animal, la naturaleza realizaba su trabajo, implacable. Hormigas cruzaban su pelaje en dirección a la cabeza, donde estaba la herida, el acceso abierto a la materia nutritiva. El cadáver aseguraba la alimentación de otros seres.

La muerte es una tragedia si la miramos individualmente. Al aplicar un punto de vista más amplio es sólo un proceso más, un episodio de esa historia que parece no tener ni principio ni final.

El problema es que soy un individualista.

El resto de la jornada continuó bajo la sombra de ese pequeño descubrimiento. Con las temperaturas que registramos estos días el cuerpo debe de haberse inflado por los gases de descomposición, si no ha sucumbido ya ante el voraz apetito de algún animal de campo. Dentro de poco sólo quedará el pelaje, esa bella capa granate, ahora sólo una masa informe, irreconocible. La vida sigue su marcha, aunque no seamos conscientes.

Buenos días.

1 comment:

SUE said...

FOTAZAAAAAA!!!

Aunque ya lo sabes, eh?...si esque el que vale, vale...

Que peniña más grande me ha dado...y mira si soy boba que cuando he visto la foto sin leer el post he pensado:

"Joder con Óscar...el hombre que susurra a los bichos...o eso, o cómo cojones habrá convencido a la ardilla para que se tumbase y pillarla sobando? jajajajjajaja...

Bravo por esta trilogía..yo la quiero para enmarcala y ponerla en plan secuencia en casa!

Bikiños pero de los grandes!!!!