16.2.07

Siguiendo a los maestros


Uno tiene unos años y peinaría canas si no fuera porque está más calvo que una bola de billar, pero, en esto de la fotografía, se siente como un niño diletante y caprichoso. A pesar de tener el espíritu joven, este fotógrafo gafapasta sabe (o querría creer) que el éxito sólo se logra a través del esfuerzo, como se decía en "Fama".

La senda de la fotografía ya tiene más de un siglo, por lo que uno puede estar bien seguro de que, cuando crea que ha tenido una idea genial, alguien ya lo ha hecho antes y, probablemente, mejor. Por ello, una forma de aprender, de encontrarse a uno mismo, es a través de los otros, los que han hecho fotografías antes que tú y mejor que tú.

Así pues, como tímido homenaje a esos grandes creadores de imágenes que disparaban mucho menos que nosotros pero mucho mejor, les adjunto una fotografía inspirada en los 20 y los 30. Tómenlo como un ejercicio, como una muestra de impotencia o como quieran. Lo cierto es que este fotógrafo se lo pasó de muerte haciéndola.

No puedo terminar esta entrada sin reconocer la inestimable ayuda de Mireia, la modelo (además una gran fotógrafa, por cierto) y de la estilosa estilista Meritxell, que aunque lo es, mucho y bien, es mucho más que eso. Y ella lo sabe.

15.1.07

Cabaret punk


Los Tiger Lillies, o una mezcla lógica entre el cabaret berlinés y la irreverencia punk. Peinando canas pero dándoles sopas con honda a muchos jovencitos lánguidos. Fue ayer por la noche en la Sala Apolo, y la Ciudad Condal recibió con una entrada tibia a unos músicos que merecían mucho más. Hicieron dos pases, como las orquestas de pueblo, y mostraron al respetable que una edad provecta no está reñida con un espíritu cínico, burlón y resabiado. Vuelvan, por favor, y que la ciudad les rinda los honores que merecen.

12.1.07

Pintando el futuro



Por primera vez publico una entrada en la que no aparece una foto (¿o sí?). La semana pasada estuve en Madrid y tuve la inmensa suerte de poder ver algunas de las obras de John Singer Sargent, un pintor al que no conocía hasta hace poco y que me habló desde un anuncio de suplemento cultural.
Sargent estaba especializado en retratar a la burguesía y aristocracia inglesas. Pero, al contrario que muchos otros retratistas de pudientes, él se atrevió a innovar esas loas a la autoestima de los ricos. Sus cuadros son un prodigio de modernidad. Para mi, avanzan los retratos fotográficos del siglo XX. Sus composiciones y las poses de sus modelos son informales y rabiosamente actuales. Como ejemplo, el cuadro de Lady Agnew of Lochnaw. ¡Qué bueno encontrar maestros de los que beber!