Cambio absoluto de tercio. Con Sidonie empiezo el curso musical. Presentación de su nuevo álbum, “El incendio” en petit comité, en la sala Sidecar, encantadoramente destartalada. Entre el público, una importante presencia de lolitas que apenas han puesto un pie en la edad penal y que conocen las recientes letras de memoria.
La actuación, que sigue fielmente la secuenciación del album, es profesional y solvente. Disfrutan del escenario y de la popularidad creciente que ha comportado la lima de alguna de sus antiguas aristas. Tienen claros sus objetivos.
Me gusta la fotografía de hoy porque me parece un ejemplo del uso selectivo del encuadre y del enfoque. El batería, ese ser que siempre está en segundo lugar y que, a pesar de su invisibilidad, es fundamental para la cohesión de la banda. Sí, de acuerdo, se nota que soy parte interesada al decirlo, pero realmente creo que es así.
Axel, además de un competente batería, es un animal escénico. Es injusto que quede relegado a un segundo plano. De ahí el escorzo, para mostrarlo en toda su intensidad. Como saben los que me conocen, la fotografía no está reencuadrada posteriormente. Es así como la vi y como la hice. Para bien o para mal.
Buenos días.
